La autoestima, es el concepto que tenemos de nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se juntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos.
Existen mil definiciones de autoestima, seguramente todas válidas, y me parece tan necesaria y tan importante, que el otro día cuando me encontré este artículo sobre cómo trabajarla con los niños, lo guardé con el objetivo de compartirlo con vosotros. Tomad nota:
1.- Elogiar y no ridiculizar: los niños necesitan que se les reconozcan las pequeñas cosas que hacen diariamente. El refuerzo debe ser sincero, sin exageraciones y de acuerdo con los comportamientos que deseamos fomentar en ellos.
2.- Descubrir sus cualidades: valorar mediante distintos recursos, las cosas que saben hacer, las cualidades que tienen y sus habilidades. Además, darles la oportunidad de que las demuestren con frecuencia. Todo esto les ayudará a sentirse especiales y capaces.
3.- Mejorar su imagen corporal: la apariencia física es muy importante para estar a gusto con uno mismo, especialmente en el desarrollo de la adolescencia. Enséñale normas sobre higiene personal y limpieza, forma de vestir, hábitos de aseo, etc.
4.- Ayudarle a tolerar frustraciones: no siempre conseguimos lo que queremos y ello no debe ser motivo de infelicidad. Los pequeños no deben desanimarse ni deprimirse si no logran alguna cosa, porque muchas veces no depende de sus esfuerzos, sino de circunstancias ajenas a ellos.
5.- Valorar sus opiniones: los niños no deben pensar: «lo que digo yo no cuenta». Las opiniones e ideas que expresan deben ser tenidas en consideración, siempre valorando su aportación y participación.
6.- Comunicación fluida: es la base fundamental de la convivencia. Siempre debemos buscar momentos del día adecuados para interesarse por las cosas y los problemas de nuestros hijos, manteniendo conversaciones afectuosas con ellos, debatiendo y comentando temas interesantes, comunes o personales.
7.- Ayudarles a proponerse metas: lo que les exigirá desmenuzar aquello que quieren conseguir en pequeños pasos. Que desde pequeños se formulen propósitos, contribuirá para que tengan un buen futuro convirtiendo este hecho en un valor que tomarán en cuenta el resto de sus vidas.
8.- Evitar la sobreprotección: cuando los hijos tienen alguna dificultad o debilidad, los padres tendemos a sobreprotegerles, ofreciéndoles una ayuda excesiva. Pero muchas veces realizan las cosas por ellos. El niño desarrolla un autoconcepto caracterizado por la necesidad de que alguien le diga lo que tiene que hacer.
9.- Interesarse por su vida escolar: los adolescentes pasan muchas horas en el colegio y allí les suceden cosas a diario que afectan positiva o negativamente al desarrollo de su autoestima. Si nos interesmos por sus estudios y las relaciones que tiene con sus compañeros de clase les daremos la seguridad afectiva que necesitan.
10.- Fomentar la autonomía personal: que aprendan a cuidar de sí mísmos. La autonomía no solo se refiere a las habilidades de alimentación, vestido y salud, sino a las relaciones interpersonales y a su autoestima.
Quizás sea la mejor herencia que le podamos dejar a nuestros hijos. Preguntas para la reflexión hay muchas: ¿La estais trabajando con vuestros hijos? ¿Teneis vosotros una buena autoestima? ¿Creeis que puede determinar nuestras relaciones personales, laborales...etc...? ¿Pensais que se puede trabajar y mejorar?...
Fuente del texto: abc.es
¡¡¡Feliz miércoles!!!
Muy interesante,debemos aplicarnoslo a nosotros mismos antes de nuestros niños y predicar con el ejemplo.
ResponderEliminarUn besito
Leticia Miss Caprichitos!!!
Completamente de acuerdo!!!
ResponderEliminarUn besazo!!!