jueves, 15 de mayo de 2014

"La Huella..." cumple 3 años.


Ilustración de las huellas de colores sobre fondo negro Foto de archivo - 12492875



¡¡Qué mes de mayo!! Siempre he dicho casi como un dogma que el mes de mayo es mi mes favorito... Muchas cosas buenas asociadas a este mes... Este año en cambio, no dejo de recibir malas noticias, y me visto por la mañana de alegría y entusiasmo, pero llego al final del día con la ropa empapada de pesimismo y preocupación. Quiero ser positiva, pero confieso que me está costando... 

¡¡Qué mes de mayo!! Quizás todos esos males que día tras día asoman en las portadas de los periódicos, todas las tristezas de algunas de mis amigas, los sustos, los miedos, qué sé yo... la vida y cómo la vivimos, se me ocurre pensar que tienen unas raíces... que vienen de la más tierna infancia... de las experiencias que en ella vivimos, que nos van moldeando, calando, cambiando, formando... hasta convertirnos en lo que un día de adultos somos... Y en el recuerdo nuestros padres, hermanos, amigos, novios, profesores, compañeros de trabajo, jefes... todas aquellas personas que dejaron huella en nosotros... Qué importante lo que nos enseñaron, lo que nos transmitieron... No determinaron nuestro camino, pero sí influyeron en algunos de sus cruces... quizás nunca sepan cuánto... 

¡¡Qué mes de mayo!! Y me da pena que el clima general sea de crispación, cualquier excusa es buena para levantar la voz, para enfadarse, para protestar, para criticar, para no respetar los derechos de los demás, para soltar tacos, para ser groseros, para no escuchar, para no compartir, para no ser amables... 

¡¡Qué mes de mayo!!  Recuerdo ahora esas frases maravillosas que nos hablan de educar desde el respeto, que nos enseñan que los gritos no educan, que ensordecen el corazón, que bloquean el pensamiento, que destruyen el respeto y que al final te vuelven violento... Pienso en esas frases cada vez que me cruzo con una persona que pierde los nervios y el respeto, que grita... Cada vez que una nueva noticia más horrible que la anterior, vuelve a ser portada... Cada vez que un amigo me cuenta su último disgusto con un jefe que no quiere comprender...  y digo qué pena, algo falló en la cadena educativa de toda esa gente, alguien no estuvo a la altura... 

La Huella cumple tres años, y os doy las gracias por seguir ahí, por dedicarme un rato de vuestro tiempo. Y os lo digo bajito, sin gritar, porque como dijo el científico español Ángel Jordán Goñi: "En la educación de los niños es más conveniente decir no en voz baja, que decir sí gritando."  Que nunca nadie os grite, que nunca nadie os deje la huella que no debió existir...




5 comentarios:

  1. Feliz cumpleaños a este blog que tanto me gusta.
    Es verdad que el ambiente es de crispación, que quien debería dar más ejemplo es quien peor lo está haciendo y que todos tenemos los nervios como las cuerdas del aro de un violín.
    Pero no estoy de acuerdo en lo de que gritar siempre sea malo.
    En mi vida me he encontrado con más de una persona que cuando le hablabas con educación y suavidad te toma por el pito de un sereno y en el caso de los niños, más de una vez necesitan un buen chillido para enterarse de que han traspasado el límite de lo permitido.
    -No hagas eso.
    Se sonríe, te mira y lo vuelve a hacer.
    -Te he dicho que no hagas eso.
    Y vuelve a la carga impertérrito porque es un niño y no sabe bien hasta dónde puede llegar. Así que tú necesitas darle un buen grito y de paso imponerle un castigo por desobedecer lo que tú le estás mandando.
    A mí me educaron así, y esos gritos, ponderados y oportunos me enseñaron donde estaba la autoridad y donde tenía que colocarme yo.
    Encuentro que a muchos de los jóvenes de hoy a quienes nunca gritaron, nadie les marcó sus límites y ahora se encuentran con que no son capaces de mantenerse en lo que creen su espacio y cuando se sienten invadidos gritan y además lo hacen fuerte porque es lo que ven en buena parte de los dibujos animados y las películas para ellos.
    Los gritos, como todo, sólo funcionan cuando se dan a tiempo y evitan que en el futuro quien los escuchó, sepa lo mal que sientan y conozca dónde está su lugar
    Un abrazo y perdón por lo extenso.

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  2. Curra, gracias por tus palabras. Y ya sabes que puedes extenderte todo lo que quieras.
    Entiendo y respeto tu planteamiento, pero no estoy de acuerdo.
    En el caso de los niños, no me gusta gritar a mis hijos, ni tampoco que otros lo hagan. Y sí les pongo límites, porque creo que son muy necesarios, pero trato de explicarles el por qué... que no obedezcan porque lo digo yo, que soy la autoridad, sino que entiendan que las normas tienen un sentido... Te sorprendería ver cómo entienden las cosas si no los tratas como "tontos", sino como personitas que desde muy temprana edad comprenden muy bien muchos de nuestros argumentos adultos. Pero eso requiere paciencia y tiempo, y ambas cosas en nuestro tiempo y en los papis modernos, escasean.
    Soy partidaria de más argumentos y menos voces... Otra cosa es que si un día le va a atropellar una bici en el parque, le pegue un grito para que se aparte... Pero sólo ahí en esas circunstancias lo veo justificado... En el día a día y como fórmula para hacerle entender los entresijos de esta vida... rotundamente no. Y ya ni te cuento si tienes un niño inteligente y sensible, al que desde pequeñito le ha encantado preguntar y saberlo todo... y te puedo asegurar que es educado, sabe quién es la autoridad y verbaliza perfectamente que no le gusta que le griten.
    Como en muchas otras situaciones, no es bueno ser rotundos ni generalizar, pero a mí nunca me ha gustado que nadie me gritara ni de joven ni ahora, y lo que no quiero para mí, no lo quiero para nadie, menos aún para mis peques.
    En el caso de los adultos, que argumentan a voces sus razones poderosas para convencerme de algo, para pedirme o exigirme, de verdad que no los soporto y en la medida de lo posible, no forman parte de mi círculo más cercano.
    Ya ves, yo también sé extenderme... jajaja...
    Es que hay temas que me tocan la fibra...

    Muchos besos Curra.

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    1. Felicidades su sana por esos 3 años de blog. Ahora te leo menos, ya sabes el motivo, pero te sigo;-) .
      Yo estoy de acuerdo contigo. Vocear no está bien, ni a mayores ni pequeños. Es una forma de violencia, y una frase que se me quedó grabada de un pro fe q tuvimos es "la voolencia engendra violencia".

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    2. Que te relajes el finde!!;-)
      Besos

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  3. ¡¡¡Gracias Marta!!!
    Conozco la frase... jejeje... El finde ha estado muy bien.
    Besooooooooooooooosss gordotes!!!!!!!!!!!!!

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