Es la escritora en activo más longeva del mundo. Y a sus 95 años, con 36 novelas a sus espaldas, aún tiene energías para un nuevo proyecto: la historia real de una embarazada con cáncer. Sólo puedo añadir que es una de mis escritoras favoritas, por eso, cuando esta semana me encontré en mujerhoy.com, esta entrevista tan especial, la guardé para compartirla con vosotros. He hecho un pequeño resumen, espero que la disfruteis tanto como yo. Por supuesto mañana, mi libro recomendado de la semana será de Mercedes Salisachs.
Muy frágil, muy coqueta y con una amabilidad a toda prueba, Mercedes Salichachs posa para esta entrevista aprovechando una mejoría en su delicado estado de salud. 95 años no pasan en balde. Y en su caso, menos aún. Nacida en una familia de la alta burguesía catalana, estaba destinada a ser una niña bien, "esa gente que no hace nada y no piensa más que en arreglarse", como ella dice.
Pero se convirtió en un bicho raro, a caballo entre dos mundos opuestos: el de los distinguidos salones, en el que nunca encajó porque le parecía frívolo, y el de la bohemia literaria, que tampoco era el suyo por completo. En uno la criticaron por ser madre de familia y escribir. "Me llamaban despectivamente 'la literata'. Pensaban incluso que tenía un negro que escribía por mí...". En el otro la veían como una advenediza que publicaba por capricho.
Lo cierto es que empezó a escribir tarde, con 39 años. Era perito mercantil, ya había tenido a sus cinco hijos y hablaba seis idiomas, pero tomó clases de español para dominar el castellano sin catalanismos. Fue la muerte en accidente de uno de sus hijos lo que redobló su vocación. Se refugió en la escritura, lejos de la idea del éxito. Pero ganó el premio Planeta con 'La gangrena' y sus 56 ediciones la convirtieron en un fenómeno sin precedentes en este país.
Y no se quedó ahí. Fue directora de Plaza & Janés. Colaboró en radio, prensa y televisión. Hoy, con 19 nietos, 36 libros publicados y numerosos premios, es la escritora en activo más longeva del mundo. Pero su perfeccionismo y sus convicciones siguen intactos. Escribe tres versiones de sus obras antes de publicarlas y no la convence con modernos cantos de sirena ni el mismísimo Woody Allen, que quiso alquilarle su casa –una joya modernista con portero de librea e innumerables salones; llena de cuadros y tapices del siglo XVI– para el rodaje de 'Vicky Cristina Barcelona'. Pero no duda en novelar la historia de una embarazada enferma de cáncer para el quinto volumen de la colección 'Historias de la clínica', que edita cada Navidad la Clínica Universidad de Navarra, con casos de pacientes reales. Los libros, gratuitos, rinden homenaje a las personas que sacan lo mejor de sí mismas a través de la enfermedad. El de Salisachs se titula, muy significativamente, 'Canto a la vida'.
¿Qué la empuja a seguir escribiendo a sus 95 años?
Tener la cabeza clara. Después de 'Canto a la vida' decidí terminar una novela que ya tenía empezada, titulada 'Puerta giratoria'. Pero se publicará después de mi muerte porque creo que así tendrá más difusión.
¿Cómo surgió el tema del relato?
Me pareció muy necesario dar a conocer el caso de Laura Castán, una embarazada a la que tratan un cáncer de mama, y acepté encantada la propuesta. La protagonista, el médico y el encargado de la clínica vinieron a verme para darme los detalles.
Al hablar de sus libros suele decir que el argumento no le interesa tanto como el mensaje, ¿cuál ha querido transmitir en su extensa obra?
Los mensajes son diversos, pero yo destacaría la necesidad de sugerir a mis lectores que todo en este mundo es pasajero. Por eso les invito a que reflexionen y extraigan sus propias conclusiones a través de las historias que he escrito.
Ha roto ciertos clichés femeninos a lo largo de su vida. ¿Cree que nos quedan aún algunos terrenos por conquistar?
Los mismos que les quedan a los hombres.
¿Qué le parece mejor y peor de la situación de la mujer hoy?
Lo mejor, que ya no está desasistida. Y lo peor, que en algunos ámbitos laborales todavía no se la valora debidamente.
Durante muchos años ha colaborado con sus artículos en distintos periódicos. ¿Siguen interesándole la actualidad política y literaria españolas? ¿Qué opina de ellas?
Naturalmente, leo la prensa a diario. Y me intereso por la actualidad política y literaria. Creo que todos los españoles deberíamos profundizar en la importancia que supone un cambio de gobierno.
Usted es muy creyente, monárquica, liberal... Seguramente se sentirá un poco bicho raro en esta sociedad, cada vez más laica, muy poco monárquica y muy poco liberal.
Pues sí, por qué voy a negarlo. En la actualidad me duele ver el desconcierto que existe desde el punto de vista religioso. El hombre se considera libre y no se da cuenta de que, en realidad, es una pequeña hormiga en el conjunto del globo terráqueo. Los dioses de pacotilla están destinados a derrumbarse de un día a otro.
Ha reflexionado sobre la vejez en sus libros. Es un tema que se teme y se oculta. Pero usted afirma que es la mejor época de su vida.
Tengo un libro sobre ese tema, “Reflejos de luna”. Trata de unas cartas que un hombre y una mujer, ya ancianos, se mandan tras muchos años de haberse conocido. La vejez sin achaques es la mejor época de la vida. Ahora bien, el deterioro del cuerpo y sus achaques nunca son agradables.
¿Tiene alguna recomendación para llegar a los 95 años en un estado tan envidiable como el suyo?
Sí: la paciencia. Y tratar de estar intelectualmente activo. La lectura es una forma maravillosa de ejercitar la mente.
Hay dos tópicos muy arraigados sobre el paso de los años: que nos hace más sabios y que nos vuelve más amargados. ¿Le parecen acertados?
No. Depende de la persona que lo experimenta. Yo, por ejemplo, no me siento amargada. Al contrario, la experiencia me enriquece mucho. Y los recuerdos acumulados a lo largo de los años también me sirven para reflexionar y para extraer consecuencias significativas.
Ahora hay muchas mujeres que escriben. Publicar es mucho más fácil que antes. ¿Qué aconsejaría a las que empiezan?
La verdad es que yo nunca he tenido dificultades para publicar. En cuanto a mi consejo, les recomendaría que, al escribir una novela, tuvieran en cuenta que el argumento es solo un vehículo, aunque muy necesario, para exponer una serie de ideas y mensajes a los lectores.
¿Tiene ahora algún proyecto en mente?
Sí. Prepararme para dar mi paso definitivo de este mundo al otro. Estoy muy deteriorada corporalmente y en estos momentos no estoy escribiendo nada.
¿Y le queda algún sueño por cumplir, con una biografía tan rica como tiene?
Pues sí, la verdad es que tengo uno. Me gustaría mucho ver alguna de mis novelas adaptada al cine o a la televisión.
¡¡¡Hasta mañana!!!
No la conocía (inculto que es uno :-), pero me ha gustado...
ResponderEliminarEn especial la respuesta en la que dice que a las mujeres les quedan los mismos terrenos por conquistar que a los hombres... ¡fuera complejos! :-)
También me ha llamado la atención que tenga preparado un libro para publicarlo después de su muerte... me causa admiración y a la vez me horroriza...
¡Besos!.
Hay tantos escritores...es imposible conocerlos a todos, pero nunca es tarde... Mercedes Salisachs es una mujer muy especial y muy inteligente, espero que si algún día lees algo suyo te guste.
ResponderEliminarBesos!!!!
La novela "El volumen de la ausencia" tiene muy buena pinta...
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