La pequeña Mary se hallaba en la playa con su madre.
- Mami, ¿puedo jugar en la arena?
- No, mi vida, no quiero que te ensucies el vestido.
- Mami, ¿puedo andar por el agua?
- No. Te mojarías y agarrarías un resfriado.
- Mami, ¿puedo jugar con los otros niños?
- No, te perderías entre la gente.
- Mami, cómprame un helado.
- No, te hace daño a la garganta.
La pequeña Mary se echó entonces a llorar.
Y la madre, volviéndose hacia una señora que se encontraba al lado, le dijo:
"¡Por todos los santos! ¿Ha visto usted que niña tan neurótica?".
ANTHONY DE MELLO.
¡¡¡¡¡Buen lunes!!!!!
Jajaja muy bueno!!.... y cierto....
ResponderEliminarDeduzco que te ha pasado alguna vez????? A mí, confieso que sí....jajajaja....
EliminarBesos Marta.
Por supuesto que proyectamos, Tony siempre es un maestro en el arte de enseñarnos nuestros propios defectos a través de fábulas y es quizá la mejor fórmula para ver con claridad las cosas que hacemos a diario y casi no vemos de puro contidianas.
ResponderEliminarBesos
Curra... tú también??? Está claro que no se libra casi nadie...jajaja... Llevo leyendo cosas de Anthony de Mello por lo menos 20 años y siempre, siempre me arranca una sonrisa y una reflexión... Besos.
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