Me encanta dormir... es señal de que mi cabeza y mi corazón andan bien... y con ellos el resto del cuerpo... Pero si hay algo que adoro es la siesta, durante todo el año y especialmente en el verano. Las prisas y las mil cosas pendientes de cada día normalmente me lo impiden... pero el día que puedo... hummmmm... la disfruto a fondo, preparándome a conciencia... ¿recordais esa expresión de "siestas de pijama y orinal"? Pues así deben ser...
Siempre he leído artículos a favor de tan viejo hábito... y acabo de encontrar otro más recientito (del mes de abril en abc.es), que paso a resumiros:
La última institución en declarar los beneficios de la siesta ha sido la Agencia Espacial Norteamericana (NASA), quien considera que el tiempo adecuado para una siesta modélica es de 26 minutos. Los datos aportados por la Junta de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTBS, en sus siglas en inglés) han demostrado la mejora de la efectividad de los controladores aéreos.
El estudio determina que un sueño de 26 minutos ayudaría a mejorar un 34 por ciento en el rendimiento de estos trabajadores y reforzaría su estado de alerta un 54 por ciento. Como explica el coordinador de la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia, el doctor Gonzalo Pin Arboleda, "el ser humano tiene como 2 o 3 'ventanas' durante el día que le inducen al sueño. Por ello, dormir durante un pequeño periodo de tiempo ayuda al cuerpo a soportar mejor el día".
Mientras que los efectos de la siesta sobre los adultos pueden ser beneficiosos, esta práctica en los niños y los ancianos es fundamental. Así Pin explica que, "en los niños menores de 5 años la siesta es una práctica estrictamente necesaria para el desarrollo físico y neurológico. Esta práctica en la tercera edad también es necesaria para que los ancianos aguanten mejor el día y tengan una mejor calidad de vida".
La práctica de la siesta suele realizarse de manera general tras la comida. Según explica el doctor del Hospital Ruber de Madrid y miembro de la Sociedad Española del Sueño, Pedro Mayoral, "la realización de la siesta produce una relajación muscular que facilita que el aparato digestivo pueda realizar la digestión de una forma más eficaz".
Del mismo modo la Academia Americana del Sueño ha realizado un estudio al que ha titulado «Siesta», sobre los beneficios que aporta su práctica. Todos los expertos coinciden que la siesta ha de tomarse en su justa medida. Como señala Mayoral, "cuando se toman siestas demasiado largas se pueden alterar los ciclos de sueño, y sufrir insomnio durante la noche". Por ello apuntan a que la siesta debe duran entre 15 y 20 minutos.
Bueno, pues ya no quedan excusas para no permitirnos tan sana costumbre... ¿qué tal si esta tarde de domingo aprovechamos para restaurar un viejo hábito tan saludable para nuestro organismo? ¿Quién se apunta primero?
¡¡¡Feliz descanso!!!
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