Allá por los años 80 triunfaba en las pantallas de todas las televisiones de este país un concurso que se llamaba "Un, dos, tres... responda otra vez", ¿lo recordais?... Había una fase de preguntas y respuestas... después venía la eliminatoria, la subasta... Y tenía varios protagonistas: los concursantes, los presentadores, los sufridores, las azafatas, los humoristas... Contaba con su propia mascota, que en las diferentes temporadas fue cambiando de nombre: la calabaza Ruperta, Botilde, el Chollo y el Antichollo...
¿Qué tiene que ver todo esto con la entrada de hoy? Intento afrontar el tema con cierto sentido del humor... me planteo que quizás este programa que se mantuvo en los hogares españoles a lo largo de varias décadas, quizás caló tanto entre nosotros que algunos de sus personajes aún los conservamos intactos en nuestra memoria... ¿Quién no querría todavía ser Mayra Gómez Kemp por un dia? ¿Quién no tiene en casa una de aquellas mascotas? ¿Alguien ha olvidado a las pizpiretas azafatas?... ¿Y a los "sufridores"?... ¿Los recordais?... Pues ahí quería yo llegar... ¿A quién le ha tocado el papel en nuestras familias actuales?... ¿Vecinos, amigos, tíos, primos...? ¡¡no!! a los ¡¡¡abuelos!!! Benditos pilares de esta sociedad actual...
Y empecemos a ponernos serios: actualmente el 45% de los abuelos de este país se ocupa del cuidado de los nietos. Los motivos, justificados o no, todos los conocemos: trabajo, reuniones, cursos... pero también: cenas, viajes de placer, peluquería, café con amigos, día de compras, cine... al final cualquier excusa es buena, para "colocarles" a los benditos abuelos a nuestros hijos...
Como madre con niños pequeños, rodeada de otras madres con niños en edades similares, he oído de todo: "que si los niños se lo pasan fenomenal con los abuelos", "que si los abuelos están encantados", "que si a los niños no les importa no ir de vacaciones con sus padres, en el pueblo de los abuelos se lo pasan fenomenal", "que si los abuelos son felices criando a los nietos", "que si lo importante es ir dejándolos de forma gradual, para que los niños no crean que pasamos de ellos", "que si....." ¡¡¡Basta!!!
¿Alguien cree que me lo voy a creer? Pues lo siento, pero no.
Creo que los abuelos son fundamentales en el desarrollo emocional de los niños... los vinculan con su pasado, les aportan otra visión de las cosas, siempre están dispuestos al juego, a contar cuentos, a inventarse mil historias fantásticas, y todo ello desde la serenidad, y el infinto amor que dan los abuelos, por no hablar de su experiencia. Por eso el papel de los abuelos me parece muy importante... son relaciones basadas en el intercambio, la complicidad, el apoyo... pero que nadie trate de colocar a los abuelos en el papel de educadores, porque ese rol le correponde a los padres.
Veo diariamente abuelos que llevan y traen a los niños al cole, abuelos que les dan de comer, abuelos que los llevan al parque, abuelos que no tienen vida propia porque su vida son sus nietos, abuelos que no "pueden" con los niños, abuelos desbordados por el cuidados de dos gemelos, abuelos que no pueden irse de vacaciones, abuelos que no disfrutan de su vejez sino que han tenido que incorporarse de nuevo al mercado laboral en forma de canguros, abuelos que no tienen fuerzas para imponer horarios, límites, rutinas, abuelos devorados por las horas, abuelos absorvidos por las maratonianas jornadas de sus nietos, abuelos deseosos de que sus nietos se vayan con sus padres.... al menos un ratito...
Y ahí radica el problema, confudimos los términos y los hijos llevados por nuestra comodidad, por nuestra rutina (que no vamos a cambiar ahora por haber tenido hijos, ¿a quién se la ha ocurrido tal disparate?), por nuestro egoísmo, por nuestro falso heroísmo (podemos con todo), por ... mil excusas más, no nos hacemos responsables del cuidado de nuestros churumbeles, ni les marcamos rutinas, ni establecemos horarios, ni pautas de comportamiento, ni sacamos tiempo para estar con ellos, ni.... etc... etc...etc... Y conozco a muchas madres que van por el mundo de súper-womans, de profesionales brillantes, de divinas de la muerte, pero que en lo más importante que es la maternidad sacan un cero. Y conozco a muchos padres que viajan, que tienen carreras exitosas, que disponen de dinero para comprar el último capricho a sus retoños, pero que en cercanía, en tiempo dedicado a..., en "ser padres", también sacan un cero.
Como indica el título de la entrada,
la educación empieza en casa (se entiende que de los progenitores)....
mañana intentaremos ver qué podemos hacer, cómo, qué nos puede servir y ayudar.... y no, que nadie espere recetas mágicas... no existen...
¡¡¡Feliz miércoles!!!