Cuando vivimos conscientemente, nuestros corazones se abren.
Cuando nos sentimos impulsados a detenernos y escuchar cantar a un ruiseñor,
también aprendemos a escuchar más de cerca nuestra voz interior o intuición.
Más que volar, el tiempo se calma.
TZIVIA GOVER.
¡¡¡¡Feliz lunes!!!!
Qué bueno es pararse. Hacer un alto en el camino y dejarse inundar por las sensaciones que llegan de fuera: sonidos, luces, olores,... todo un mundo que nos penetra y nos ayuda a encontrarnos con nosotros mismos
ResponderEliminarY es verdad, el tiempo se calma y te acaricia y te hace estremecer de puro placer.
Qué bueno es y qué poco lo hacemos
¡¡¡Y encima gratis!!! ;-)
EliminarCurra, tenemos que hacer "el esfuerzo"...
Besos.
¡¡Gracias!!
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