La escucha activa (1ª parte)

Anne Geddes

¡¡Qué importante la comunicación verbal y no verbal desde el mismo momento del nacimiento!!

He leído en algún sitio que "Saber escuchar es la condición imprescindible para enseñar a escuchar".  Y los niños necesitan aprender a escuchar, y lo hacen sobretodo imitando a los mayores, normalmente a sus padres. Si somos capaces  de escucharles con interés, conseguiremos no sólo entenderles mejor, sino también que se sientan valorados y que por tanto, su autoestima aumente.

Es necesario prestarles atención, conocer lo que quieren, necesitan, respetar sus decisiones, porque todo esto es lo que va forjando la autonomía del niño, y es lo que le hará crecer sintiéndose tenido en cuenta, y le irá aportando esas habilidades comunicativas tan necesarias en la edad adulta.

Esa "escucha activa" consiste en escuchar con empatía, implicándonos ante sus emociones, desilusiones, miedos, rabias... sin dar opiniones o consejos, simplemente estando ahí, aceptando el estado de ánimo del niño, participando del diálogo con silencio, dejando que exprese sus sentimientos.

El psicólogo Thomas Gordon dice que "quien escucha intenta entender los sentimientos del que habla y el significado de su mensaje. Después, intenta expresar con sus palabras lo que ha entendido esperando la confirmación de su mensaje. Quien escucha no envía mensajes, ni da evaluaciones, opiniones, consejos, análisis, ni hace preguntas. Se limita a descodificar el mensaje de quien le habla sin añadir ni suprimir nada".

Como veis, los padres tenemos una importante tarea ante nosotros... por el bienestar de la familia y sobretodo por el buen desarrollo emocional de nuestros peques.