Se acerca el final de las fiestas navideñas, y habrá más de uno que grite ¡¡¡por fin!!!. Comidas, cenas, reuniones familiares, quedadas con amigos, con compañeros de trabajo, carreas maratonianas para comprar regalos... y claro ¿con qué cuerpo vamos a recibir a los Reyes Magos? Los únicos que por fin piensan en nosotros y nos miman con un montón de regalos (con posibilidad de cambio a partir del día 7, pero ése es otro tema).
Por eso, para la tarde de hoy, os propongo un baño relajante, con agua calentita y aceites de esencias. Si elegís lavanda y romero son los que tienen mayor efecto relajante, pero también nos sirven los de pino, menta y eucalipto. Con el agua caliente se abrirán nuestros poros, y estarán más receptivos a las sustancias relajantes que utilicemos.
No hay baño que se precie sin música suave, unas velas....
Importante que no dure más de 15 minutos, que nos reseca la piel. Y terminar con una ducha de agua fría para reactivar la circulación sanguínea y cerrar los poros. Sólo nos queda aplicarnos nuestra hidratante favorita y disfrutar de la sensación de bienestar conseguida.
¡¡Ahora ya estamos en condiciones de recibir a su Majestades de Oriente!!
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